Obra de teatro para títeres: «Un pícnic con percances»
Todas las representaciones teatrales para títeres:
para dos títeres
Figuras:
Kasperle
Seppel (= títere Hansel)
Princesa
Cuervo Teo
Dos sacos pequeños o dos pañuelos doblados, alimentos Biofino (p. ej.: tarta, una cesta de verduras, verduras variadas, melón, frutas, gofres, espaguetis boloñesa, sándwich y zumo de naranja).
Nota: se puede modificar la historia según los personajes o los alimentos de que se disponga.
Un pícnic con percances
(Kasperle llega al escenario con un saco)
Tri-tra-trulala, tri-tra-trulala, ¡Kasperle está aquí ya! ¡Hola, chicos! ¿Estáis todos aquí?
¿Sabéis qué? Seppel y yo vamos a hacer hoy algo muuuuy divertido. ¡Vamos a hacer un nicdic!
(Seppel llega al escenario con otro saco)
Bueno... Tú me entiendes, un pingding. No... Un nic... Un pic...
Un pícnic es lo que tú quieres hacer. Por eso he tenido que meter media despensa de la abuela en el saco. ¿Vosotros habéis hecho alguna vez un pícnic, chicos?
Un pícnic así es algo exquisito. Nos sentamos al sol al aire libre y devoramos cosas ricas. Yo traigo un gofre y un sándwich que he hecho expresamente esta mañana.
Y yo he traído un nelón y gapetis.
Un melón y espaguetis, quieres decir. Vaya vaya, Kasperle, hoy estás un poco confundido.
No, es porque tengo taaaaanta hambre que confundo todas las letras.
Hola Kasperle, hola Seppel. ¿Por qué lleváis esos dos sacos enormes?
Hola princesa, Leppes y yo vamos a hacer hoy un pingding. ¿Te vienes?
Yo soy Seppel, y no Leppes. Y nosotros no vamos a hacer ningún pingding, sino un pícnic. Kasperle tiene taaaaaanta hambre, que ya confunde hasta las letras.
¡Oh, oh! Pobre Kasperle. Entonces me voy corriendo al palacio. Creo que el pastelero real ha hecho una tarta enorme. Puedo traer un trozo.
(La princesa se marcha de nuevo)
¡Ay, Seppel, estoy tan hambriento! Vamos a empezar ya el pingding.
Buena idea. Yo saco la comida y tú el zumo, Kasperle. ¡Yo también tengo un hambre de lobo y una sed atroz!
Pero yo no he traído zumo. ¿Vosotros tenéis por casualidad una botella de zumo, chicos?
¡Oh, oh! ¡Kasperle, estoy tan sediento! ¿Puedes traer zumo, por favor? Me siento tan débil por la sed, que ni siquiera puedo andar.
Vale, pero no te comas toda la comida mientras tanto.
(Kasperle se va corriendo)
Mmm, ¿qué tenemos aquí? ¡Primero, el gofre! (Seppel se agacha, coge el gofre y lo sostiene en la mano)
¡Gra, gra! Un gofre, ¡qué rico! (Llega volando desde un lado, le quita el gofre de la mano a Seppel y se va volando de nuevo)
Oye, ¿qué ha sido eso? Chicos, ¿lo habéis visto? El descarado cuervo Teo me ha robado el gofre. ¡Menos mal que tenemos más comida! (Seppel se agacha, coge el plato de espaguetis y lo sostiene en la mano)
¡Gra, gra! ¿Espaguetis? ¡Esto se pone cada vez mejor! (Llega volando desde un lado, le quita los espaguetis a Seppel y se va volando de nuevo)
¡Pero bueno! ¿Otra vez? Oye, tú, pájaro ladrón, ¡esta es nuestra comida! (Seppel se agacha, saca el melón y lo sostiene en la mano)
¡Gra, gra! ¡Me encanta el melón! (Llega volando desde el lado, le quita el melón de la mano a Seppel y se va volando de nuevo)
¡Ya está bien, Teo! ¡Búscate tu propia comida! ¡Esta es la nuestra! Mi sándwich no te lo vas a comer. (Seppel saca el sándwich y lo sostiene en la mano)
(habla desde detrás del escenario): Seppel, ¡voy para allá! ¡Prepara la comida! (Seppel se da la vuelta)
¡Gra, gra,! Ja, ja, ja. ¡Eso no te lo crees ni tú! (Llega volando desde un lado, le quita sándwich de la mano a Seppel y se va volando de nuevo)
¡Para, para! ¡Quieto ahí! Vuelve, ¡ladrón! ¡Nuestra comida!
(Kasperle llega al escenario con una botella de zumo)
Seppel, venga, saca la comida. Estoy muerto de hambre. ¿Seppel? Seppel, ¿dónde ha ido a parar toda la comida?
Kasperle, no lo vas a creer, pero nos la ha quitado el descarado cuervo Teo.
¿El cuervo Teo? ¡Eso no te lo crees ni tú! ¡Te lo has comido todo tú! ¡Qué traidor!
¡Kasperle, de verdad que no, yo no me la he comido!
(La princesa llega con un trozo de tarta)
¿Qué pasa con vosotros dos, por qué estáis tan enfadados?
¡Seppel me ha engañado! Me ha mandado a coger zumo de naranja y se ha comido todo el pingding solo.
¡No es cierto! ¡Kasperle es un bobo, porque no quiere creer que el descarado cuervo Teo se ha llevado toda la comida!
¡Gra, gra! ¿Qué tiene ahí la princesa? ¡Qué buena pinta tiene! (Llega desde un lado e intenta llevarse el trozo de tarta)
¡Alto! ¿Pero qué es esto? ¡El trozo de tarta es de Kasperle, de Seppel y mío! ¡Deja eso ahí, cuervo sinvergüenza!
¡Gra, gra! Pero yo también tengo mucha hambre, y tampoco he hecho nunca un pícnic así. (Se sienta triste junto a la princesa)
De acuerdo, pero no por eso puedes robarnos todo el pícnic sin más. Por tu culpa casi me peleo con mi mejor amigo. Lo siento, Seppel, no tendría que haber sido tan desconfiado contigo. Al fin y al cabo, eres mi amigo, y los amigos nunca se quitarían la comida.
Ya está olvidado, Kasperle. Y, hablando de olvidar, nos podemos olvidar de nuestro pícnic, porque con un trozo de tarta no vamos a poder saciarnos los tres.
Kasperle, Seppel, ¡quizás tengo la solución! (Se inclina hacia el cuervo Teo y cuchichea)
¡Gra, gra! ¡Una genial idea! ¡Gracias, princesa! (Coge el trozo de tarta y se va volando de nuevo)
¿Pero qué es esto? Ahora también hemos perdido nuestro trozo de tarta.
No, no hemos perdido nada. El cuervo Teo me ha contado dónde ha escondido nuestra comida y, a cambio, le he prometido que podrá compartir el pícnic con nosotros.
Anda, cinpresa, esto es una idea genial. ¡Tú, yo, y Leppes y el cuervo Teo hacemos nuestro pingding juntos!
Quieres decir: tú, yo, la princesa, Seppel y el cuervo Teo hacemos juntos el pícnic.
Ay Kasperle, ¡o comes algo deprisa o dentro de un momento ya no te endenderemos nada!