Motricidad fina: modos de estimular la motricidad fina de un niño pequeño

El desarrollo motor del bebé se subdivide en el desarrollo de la motricidad gruesa –es decir, la movilidad general del cuerpo– y la motricidad fina. A la motricidad fina pertenecen todas las habilidades motrices que realizamos con los dedos de las manos, de los pies o con la cara. Los bebés y los niños pequeños necesitan mucho tiempo y práctica para aprender a realizar estos pequeños y precisos movimientos. Hasta llegar a esbozar una mueca, sostener una cuchara o apilar bloques uno encima del otro deben repetir diferentes procesos de motricidad fina una y otra vez y controlar la dosificación de su propia fuerza.

Motricidad fina
¿Cuándo empiezan los bebés a agarrar objetos?
Los bebés necesitan aproximadamente un año para coger objetos intencionadamente o para volverlos a apartar. En las primeras semanas, las manos y los pequeños dedos se mueven sobre todo a causa del reflejo de agarre, que sirve de protección al bebé. De este modo, queda asegurado que desde el principio de su vida pueden agarrarse también inconscientemente.
Por supuesto, el desarrollo motor de un bebé está estrechamente relacionado con el desarrollo de la percepción visual. El bebé podrá coger los objetos solo cuando los visualice y los enfoque completamente.
Desarrollo motor: agarrar, tirar y sentir
Cómo estimular y ejercitar la motricidad fina
Estimular la motricidad fina con juguetes adaptados
Durante las comidas resulta facilísimo incentivar a un niño a agarrar. Con pequeños trozos de diferentes alimentos, podrá decidir él mismo qué será lo siguiente que se llevará a la boca y lo cogerá intencionadamente. Comer con cuchara es un paso más allá en el desarrollo motor. También se les puede animar a ejercitar su motricidad fina en cualquier otro momento. Por ejemplo, si ponemos un juguete llamativo fuera de su alcance, el niño se verá alentado a cogerlo.